Este hermoso poema es uno de los más conocidos de nuestro Renacimiento.
Ya sabéis: seguid los pasos para el comentario de texto que ya hemos visto en clase:
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar